Thursday, February 19, 2015
Respuesta a Martha Meier
Hay una frase, que creo que es un parafraseo de Wilde, que dice "no des explicaciones a nadie, tus amigos no las necesitan, tus enemigos no las creerán, y los estúpidos no las entenderán". O, en su versión 2.0: no alimentes al troll.
Pero solo por esta vez voy a romper la regla, básicamente porque me encontré a estos dos patitas:
Los dos son viejos periodistas, lo que no debería ser mucha garantía de nada, salvo, pensé, de no creer cualquier imagen posteada por un anónimo. Pero he aquí que me equivoqué. La fuente de sus confusiones es una tercera persona, que suele trabajar como periodista.
Hasta donde sé, Martha Meier Miró Quesada ha querellado gente por menos que esto.
Ella inició su campaña difamadora por culpa de este artículo de la semana pasada, en el que revelé cuáles fueron las verdaderas causas de su despido de El Comercio. Lean el post y verán que, esta vez, su modus operandi es similar.
Muy bien. Si han llegado hasta aquí, es que el chisme los mata. Si alguien tiene alguna duda: no, no tengo un sueldo mensual del Estado. Tampoco estoy en planilla de nadie. Ni recibo (ya quisiera) 25 mil soles mensuales de ningún lado. Mucho menos, ha sido para defender (!!) al gobierno humalista. Todas estas afirmaciones son mentiras y difamaciones en toda regla.
A diferencia de otros –que viven de su apellido–, desde que renuncié a la televisión en el año 2008, yo he tenido chambear bastante como freelance, tanto para el sector público como para el privado. Eso no es secreto y lo he contado muchas veces. Tampoco es verdad que todos esos frilos (nunca en planilla ni CAS ni PNUD ni nada por el estilo) hayan sido durante el gobierno humalista. Todos ocurrieron a lo largo de 5 años, que se detienen antes de decidirme a relanzar oficialmente el útero, en enero del 2014.
Aquí están los años, algo que omite la imagen difundida por Martha Meier:
Esas son las dos que encontré más rápido pero posts así hubo cientos. No exagero, acabo de chequear en Google. Era extrañamente halagador, la verdad. Loquitos y anónimos en éxtasis pensando en uno. No deja de tener su encanto.
Ahora, como suele ser, la historia se repite. Fujitrolls muy ofendidos porque perdieron la campaña del 2011 en la que yo fustigaba a sus líderes, afirman que el gobierno me paga para ser humalista. Como dije al inicio, lo dejaría pasar otra vez. Pero esta vez hay tres personas que han trabajado en medios (casi digo que no son loquitos ni anónimos) que se dedican a difundir todo tipo de idioteces. Hugo Guerra, por ejemplo, repite que yo, de alguna manera, ayer hackeé la página de Transparencia Económica para que no se pueda ver cómo me paga la PCM. Imagino que también tendré la culpa cuando la web de la SUNAT se caiga. Por cierto, lo que figura como un pago de la PCM fue, en realidad, un taller para la Sunass (que pertenece a la PCM)
Por cierto, lo hice en Perú.21 porque entre 2009 y 2013, Utero.Pe entró en pausa, como recordarán (o no, porque nadie recuerda nada). Lo segundo es esto: sólo pongan "Nadine" en el buscador de Útero.Pe y naveguen un buen rato por ahí (y denle click a los avisos, no sean roñosos) Si los humalistas me pagaron para defenderlos, debe ser el peor negocio de los varios que han hecho.
Si se pasan por el Facebook del Útero (hagan click) verán que por allí soy aprista y fujimorista. Ahora en el Twitter soy humalista. También he sido senderista y, por supuesto, nazi (¡en serio!). La verdad es que suele ser entretenido que la gente especule tanto con uno. Yo prefieriría, por supuesto, andar detrás de cámaras como en La Ventana pero este es el costo que asumí cuando lancé el útero: dar la cara y exponerme a loquitos y anónimos. La regla siempre ha sido no alimentar sus desvaríos pero, como dije al inicio, ver a esos tres irresponsables del inicio me hizo cambiar de opinión.
Pero podemos hacer un ejercicio.
Mi DNI es 40392419. Búsquenlo donde les dé la gana (por ejemplo, en Manolo Rocks). Pero también pídanle su DNI a cuentas anónimas, no sé, como la de la chica que firma como Hígado. Y esperen sentados hasta que se den cuenta que no deben confiar en la gente que no transparenta lo que es. Tampoco, por cierto, confíen en mí. Confíen en ustedes. Lean y saquen sus conclusiones. Si les parece que hago mal la chamba, sáquenme la mierda, dejen de leerme, troleen, jodan, hagan lo que quieran. Pero no crean en lo primero que dice cualquier persona, se apellide Miró Quesada o ponga un apellido falso. Lean con tranquilidad. Mi trabajo periodístico es público –no hay nada más público– y puede juzgarse en su totalidad (no leyendo un solo post o, peor, un meme). Chapen su Google y busquen mi chamba en Utero.Pe y en cualquier otro lado. Lean, nomás.
Pero solo por esta vez voy a romper la regla, básicamente porque me encontré a estos dos patitas:
Los dos son viejos periodistas, lo que no debería ser mucha garantía de nada, salvo, pensé, de no creer cualquier imagen posteada por un anónimo. Pero he aquí que me equivoqué. La fuente de sus confusiones es una tercera persona, que suele trabajar como periodista.
Hasta donde sé, Martha Meier Miró Quesada ha querellado gente por menos que esto.
Ella inició su campaña difamadora por culpa de este artículo de la semana pasada, en el que revelé cuáles fueron las verdaderas causas de su despido de El Comercio. Lean el post y verán que, esta vez, su modus operandi es similar.
Muy bien. Si han llegado hasta aquí, es que el chisme los mata. Si alguien tiene alguna duda: no, no tengo un sueldo mensual del Estado. Tampoco estoy en planilla de nadie. Ni recibo (ya quisiera) 25 mil soles mensuales de ningún lado. Mucho menos, ha sido para defender (!!) al gobierno humalista. Todas estas afirmaciones son mentiras y difamaciones en toda regla.
A diferencia de otros –que viven de su apellido–, desde que renuncié a la televisión en el año 2008, yo he tenido chambear bastante como freelance, tanto para el sector público como para el privado. Eso no es secreto y lo he contado muchas veces. Tampoco es verdad que todos esos frilos (nunca en planilla ni CAS ni PNUD ni nada por el estilo) hayan sido durante el gobierno humalista. Todos ocurrieron a lo largo de 5 años, que se detienen antes de decidirme a relanzar oficialmente el útero, en enero del 2014.
Aquí están los años, algo que omite la imagen difundida por Martha Meier:
El actual gobierno empezó, para los que no lo recuerdan, en el 2011. De hecho, el primer frilo se remonta al 2009.
No es que yo haya guardado este tuit del 2009 todo este tiempo. Los trolls humalistas de entonces se encargaron de eso. Sí, en esa época yo era aprista (de hecho, para los urrestiliebers de Facebook sigo siendo aprista, ahora volvemos sobre eso). Lo que ustedes han visto ahora no es nada comparado a lo que pasaba entonces, cuando habían blogs dedicados casi enteramente a probar que yo estaba carnetizado y que era, casi casi, parte del Clan del Besito de Mantilla.
No les miento: era algo de todos los días. TODOS. Y no eran tuits ni memes. Eran posts larguísimos, con argumentaciones súper convincentes. No había cómo explicarles que yo había renunciado a la tele y a lanzar Utero TV en el 2008 justamente porque buscaba un espacio para poder publicar informaciones incómodas al Apra (como cuando pusimos 84 petroaudios en Wikileaks, before Wikileaks were cool). Pero tampoco intenté explicárselos porque, como dije al inicio de este post, a los trolls no se les responde.
Ahora, claro, la cosa venía de antes. Los humalistas estaban muy ofendidos entonces porque en la campaña del 2006 yo había sacado informaciones incómodas contra su líder, que en esas elecciones se enfrentó a Alan García. Eso dio resultado todo tipo de teorías de la conspiración, en las que yo era fujiaprista y todo lo peor. Un par de ejemplos muy divertidos:
Estoy de naranja porque soy fujimorista. Rosa María también es fuji, al parecer, pobre. Noten el símbolo de panda, en alusión a mi digitador Carlos Raffo. |
Esta foto con Aldo Mariátegui era la prueba irrefutable de mi fichaje por la DBA. |
Ahora, como suele ser, la historia se repite. Fujitrolls muy ofendidos porque perdieron la campaña del 2011 en la que yo fustigaba a sus líderes, afirman que el gobierno me paga para ser humalista. Como dije al inicio, lo dejaría pasar otra vez. Pero esta vez hay tres personas que han trabajado en medios (casi digo que no son loquitos ni anónimos) que se dedican a difundir todo tipo de idioteces. Hugo Guerra, por ejemplo, repite que yo, de alguna manera, ayer hackeé la página de Transparencia Económica para que no se pueda ver cómo me paga la PCM. Imagino que también tendré la culpa cuando la web de la SUNAT se caiga. Por cierto, lo que figura como un pago de la PCM fue, en realidad, un taller para la Sunass (que pertenece a la PCM)
Lo que sí me parece alucinante es que se diga que Utero.Pe o yo, particularmente, somos humalistas. Es de mal gusto andar metiéndose autobombo pero solo voy a poner dos ejemplos. En julio del 2011, es decir, apenas Humala asumió la presidencia, saqué una de las primeras informaciones sobre los negocios de la red de familiares de los Humala y los Heredia y sus vínculos con militares de la promoción de Humala. Estos dos temas, en estos días, andan súper calientes.
Por cierto, lo hice en Perú.21 porque entre 2009 y 2013, Utero.Pe entró en pausa, como recordarán (o no, porque nadie recuerda nada). Lo segundo es esto: sólo pongan "Nadine" en el buscador de Útero.Pe y naveguen un buen rato por ahí (y denle click a los avisos, no sean roñosos) Si los humalistas me pagaron para defenderlos, debe ser el peor negocio de los varios que han hecho.
Si se pasan por el Facebook del Útero (hagan click) verán que por allí soy aprista y fujimorista. Ahora en el Twitter soy humalista. También he sido senderista y, por supuesto, nazi (¡en serio!). La verdad es que suele ser entretenido que la gente especule tanto con uno. Yo prefieriría, por supuesto, andar detrás de cámaras como en La Ventana pero este es el costo que asumí cuando lancé el útero: dar la cara y exponerme a loquitos y anónimos. La regla siempre ha sido no alimentar sus desvaríos pero, como dije al inicio, ver a esos tres irresponsables del inicio me hizo cambiar de opinión.
Pero podemos hacer un ejercicio.
Mi DNI es 40392419. Búsquenlo donde les dé la gana (por ejemplo, en Manolo Rocks). Pero también pídanle su DNI a cuentas anónimas, no sé, como la de la chica que firma como Hígado. Y esperen sentados hasta que se den cuenta que no deben confiar en la gente que no transparenta lo que es. Tampoco, por cierto, confíen en mí. Confíen en ustedes. Lean y saquen sus conclusiones. Si les parece que hago mal la chamba, sáquenme la mierda, dejen de leerme, troleen, jodan, hagan lo que quieran. Pero no crean en lo primero que dice cualquier persona, se apellide Miró Quesada o ponga un apellido falso. Lean con tranquilidad. Mi trabajo periodístico es público –no hay nada más público– y puede juzgarse en su totalidad (no leyendo un solo post o, peor, un meme). Chapen su Google y busquen mi chamba en Utero.Pe y en cualquier otro lado. Lean, nomás.