Tuesday, March 13, 2018

Carlos Álvarez y el último psicosocial del SIN

18 de agosto del 2002

Carlos Álvarez y el último psicosocial del SIN

Mañana, Carlos Álvarez declarará ante la Tercera Fiscalía Anticorrupción que lo acusa de haber recibido tres mil dólares mensuales provenientes del SIN, para apoyar la re-reelección de Fujimori. Para quienes recuerdan al Álvarez opositor y desafiante, siempre resultó extraño que se convirtiera en un oficialista rabioso y alineado. Él asegura que siempre fue fujimorista, pero, por ejemplo, nunca dejó de hacer un humor opositor en el teatro. ¿El fujimorismo televisivo de Carlos Álvarez se debió realmente a su convicción ideológica? ¿Le pagaron? ¿O, peor aún, lo chantajearon?

Escribe Marco Sifuentes / agenciaperu.com


Carlos Álvarez fue, durante años, el cómico político más talentoso y respetado del país. Él era simplemente el más gracioso, perspicaz y agudo en una época en la que muchos no querían ver la corrupción evidente del gobierno de Fujimori.

Álvarez sabía quién era quién, y no le importaba burlarse del poder, ni desafiarlo invitando a personajes o tocando temas que eran vetados en otros espacios.

Pero el año 2000, el comediante fue contratado por el canal del Estado, y cambió radicalmente su línea editorial. Durante la campaña, se dedicó, con muy poca gracia, a repetir palabra por palabra el discurso de Fujimori.

Era como si Carlos Álvarez, en lugar de ser el imitador, se hubiera convertido en el doble del ahora prófugo ex presidente. Y mientras más crítico el momento político, sus imitaciones eran mas agresivas contra la oposición, personajes claves, y sucesos trascendentales, como la Marcha de los Cuatro Suyos.


EL FUJIMORISMO ESCONDIDO


Álvarez frente a Palacio de Gobierno, en plena etapa en Canal 7.
Ahora el cómico se justifica alegando que en aquella época era fujimorista. Si bien alguna vez declaró que su mayor error fue "manifestar mi opción política en aquel entonces", resulta difícil creer que el opositor incisivo de 1998 pudiera haberse convertido en el fujimorista furibundo del 2000. ¿Qué hubo detrás de la transformación?

Según la denuncia de la fiscal anticorrupción Juana Meza, los secretarios de Montesinos, Maruja Arce, Mario Ruiz Agüero, y Matilde Pinchi Pinchi han declarado que Elsa Casas Sotomayor, directora del noticiero Confirmado y gerente de Canal 7, le entregaba mensualmente tres mil dólares en nombre del SIN. Lo mismo han declarado respecto de Tulio Loza.

Elsa Casas ha admitido ante la Fiscalía que coordinaba las noticias de Confirmado con Montesinos en el SIN, pero niega haber entregado dinero a ninguno de los dos cómicos.

EL CHANTAJE

Sin embargo, la transformación de Álvarez fue mucho más radical que el silencio de Loza.

Una metamorfosis que fuentes consultadas por agenciaperu.com atribuyen a un chantaje.

En setiembre del 2000, días antes del video Kouri-Montesinos, el SIN ejecutó lo que terminaría siendo su última campaña psicosocial, su último chantaje: según los diarios chicha, Carlos Alvarez era gay.

El desencadenante del chantaje habría sido una entrevista publicada en el diario El Comercio, el 1 de setiembre de ese año. Allí, Carlos Álvarez aseguró: "La televisión se ha trastocado, ha adquirido un giro muy polémico, agresivo y chocante", y continuó más adelante, "Todo esto me ha decepcionado. Me siento desfasado, no a nivel artístico sino por principios".

En ese momento tenía un show teatral llamado, muy apropiadamente, "Sin Censura", donde olvidaba su supuesto fujimorismo televisivo y se despachaba contra 'El Chino' y el 'Tío Vladi'.

"Felizmente, hay gente que no claudica", aseguró en la entrevista con El Comercio, "y es la que me ve en escena, la que va a ver a Hugo Salazar, a Cattone. Los que encienden el televisor para sintonizar a Marco Aurelio Denegri o Tomás Unger".

En aquel entonces, Fujimori seguía en el poder, y el humorista ya estaba cansado, asqueado.

EL ÚLTIMO PSICOSOCIAL


Las acusaciones contra el cómico, por parte de los diarios chichas destrozaron a Carlos Álvarez.
El 12 de setiembre, a los pocos días de la entrevista de El Comercio, se ejecutó la última campaña de los diarios chicha digitada desde el SIN. Según la prensa basura, la actriz cómica Nancy Cavagnari había dicho que Álvarez era homosexual.

Pero ese mismo día Nancy Cavagnari, en el programa de Beto Ortiz, y delante del mismo Alvarez, negó haber declarado lo que decían los diarios comprados por el fujimorato.

A los dos días, el video Kouri-Montesinos puso fin a todos los chantajes y los psicosociales del SIN, pero no a sus secuelas.

Agenciaperu.com intentó obtener la versión de Álvarez, pero no accedió debido a su situación legal.

Y es que, según fuentes consultadas por agenciaperu.com, éste no habría sido el primer chantaje que sufrió Álvarez. En 1995, un video supuestamente comprometedor habría llegado a las oficinas de La Revista Dominical. Sin embargo, Álvarez se enteró, y el asunto no trascendió.

Sobre el asunto de 1995, Raúl Dávila, productor, manager y vocero de Alvarez, aseguró que "en ese momento, gente como Nicolás Lucar, Álamo Pérez Luna y Beto Ortiz nos ayudaron mucho".

Pero sobre lo que padecieron en el 2000, Dávila -gerente de producción del canal del Estado durante esa época- fue más revelador: "Si fuera cierto, es una cosa que tratamos de mantener callada por muchos años. Es una pesadilla que aún no termina. Ya Carlos dirá lo que tiene que decir en su momento".



Thursday, December 15, 2016

Segunda queja contra Phillip Butters

Señor
Jorge Baca Marroquín
Secretario Técnico del Comité de Solución de Quejas
Sociedad Nacional de Radio y Televisión
Presente

MARCO SIFUENTES QUINTANA, ciudadano peruano identificado con DNI N° 40392419, con domicilio, interpongo una QUEJA contra el programa “Philip Butters en Capital”, emitido por Radio Capital en la frecuencia 96.7 en la ciudad de Lima, tomando en cuenta los siguientes motivos:

1. Radio Capital es una emisora que pertenece al Grupo RPP S.A.C., empresa que es asociada de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión y, por tanto, sujeta a los alcances del Código de Ética de dicha institución.

2. El lunes 5 de septiembre de 2016, en el programa arriba mencionado, el señor Phillip Butters expresó, a las 7:22 a.m., en un comentario a una llamada sobre las investigaciones seguidas contra la señora Nadine Heredia, las siguientes frases:

“Lo ha dicho JJ Garrido Koecklin, ella tenía un staff de periodistas a su servicio, muchos opinólogos han facturado a la Presidencia del Consejo de Ministros. ¿Marquito Sifuentes no le ha facturado a la Presidencia del Consejo de Ministros? A la PCM, al máximo órgano de gobierno (…) Siempre es bueno saber, porque hay gente que a Nadine la consideraba una mezcla de la Madre Teresa, la Thatcher, Indira Gandhi, Golda Meier, porque ella iba a ser la Presidenta, la jefa”. [anexo: AUDIO 1]


3. Asimismo, en la emisión del 12 de septiembre del mencionado espacio radial, a las 9:31 a.m., el señor Butters, en el contexto de una entrevista sobre la posibilidad de un referéndum sobre la Unión Civil entre parejas del mismo sexo y la entrega gratuita del anticonceptivo oral de emergencia, señaló lo siguiente:

“El señor Sifuentes dijo –Marco Sifuentes el mermelerito– que es culpa de RPP por darle micro a Cipriani y de sus auspiciadores”. [anexo: AUDIO 2]



4. El miércoles 23 de noviembre, a las 8:52 am, hablando de exportaciones chinas, dijo:

“En Urubamba está el aguaymanto que es una mermelada fabulosa, a Marquitos Sifuentes le vuelve loco la mermelada”. [anexo: AUDIO 3]


5. El miércoles 14 de diciembre, durante una entrevista con el periodista Alfonso Baella, a las 8:59 am, discutiendo la censura a Saavedra, durante un monólogo, expresó:

“Marco Sifuentes, que ahora escribe en El Comercio, giraba recibos por honorarios personales a la Presidencia del Consejo de Ministros. A la Presidencia del… al máximo órgano del gobierno del Perú. Eso se llama mermelada aquí o en la China” [anexo: AUDIO 4]


6. Finalmente, el jueves 15 de diciembre a las 6:59 a.m., luego de leer un titular sobre los “fujitrolls”, se pregunta:

“¿Nunca hicieron nada con los “nadinetrolls”, no? ¿Para que le habrá pagado la Presidencia del Consejo de Ministros al mermelero de Sifuentes esa plata? ¿Para qué habrá sido? Siempre es bueno saber”. [anexo: AUDIO 5]


7. Asimismo, a lo largo de este año y desde que, en enero de este año, se emitiera la Resolución 001-2016/ST-SNRTV, el señor Butters se ha referido a mi persona, en incontables ocasiones, de forma denigrante, llamándome “la loquita” y asociando mi nombre con “mermelada”  [anexos: AUDIOS 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12].

Todas las afirmaciones vertidas en este y los puntos anteriores están sustentados en archivos adjuntos a esta queja, con el material probatorio correspondiente, numerado y fechado.


8. Este espacio, cabe señalar, es también transmitido por Radio Capital a través de su señal de televisión por cable y a través de su página web.

Dado que vivo fuera del país y, en los momentos en los que el programa se emite me encuentro dedicado a mis ocupaciones profesionales y personales, no he tenido la posibilidad de hacer las rectificaciones pertinentes sobre estas múltiples afirmaciones y denigraciones gratuitas. Rectificaciones que, por lo demás, el señor Butters conoce, puesto que fueron materia de la Resolución de la SNRTV ya mencionada.


9. La conducta del señor Butters es reiterada. En menos de un año, se ha referido en repetidas oportunidades a mi persona en términos injuriantes, calificándome como “mermelero”. En las menciones detalladas en los puntos 2, 5 y 6 de esta queja, nuevamente, se refiere en esos términos a mi persona y directamente insinúa que mi opinión como periodista se encuentra mediada por cualquier pago por servicios para el Estado.  

Como ya lo he mencionado para esta instancia, al ser un periodista independiente, he tenido que trabajar, en ocasiones, como freelance tanto para el sector privado como para el público. He realizado servicios para algunas entidades del Estado, siempre durante periodos de inactividad de la página web de Utero.Pe. Todos esto es corroborable en las webs de transparencia del Estado, accesibles para cualquier ciudadano. En todos los casos –salvo la elaboración de un informe sobre comunicaciones– se trató de talleres de capacitación relacionados a las comunicaciones en Internet. En ningún caso el trato se realizó directamente, como afirma el señor Butters, a la Presidencia del Consejo de Ministros. Menos aún se trató de un pago por asesoría periodística o para condicionar mi opinión sobre algún caso de relevancia periodística.

Aunque se trate de una información que debería ser irrelevante para este caso, me permito aclarar que he sido, como se puede corroborar con mi trabajo, bastante crítico de las dos administraciones gubernamentales durante las cuales presté servicios puntuales y esporádicos a organismos públicos. Y que, en el caso específico de la señora Heredia, he sido sumamente duro con su actuación política y, como periodista, por ejemplo, Utero.Pe, bajo mi dirección entonces, fue el único medio que publicó completas sus agendas personales.

El señor Butters tiene todo el derecho, por supuesto, de cuestionar la idoneidad de mi trabajo, e incluso mi independencia. No puedo pretender cambiar su opinión. Pero a lo que no tiene derecho es a usar el espectro radioeléctrico concesionado por el Estado peruano para brindar información que no solo es falsa, sino intencionalmente sesgada. Él, teniendo a la mano la información de que existen muchos periodistas —incluidos varios con los que comparte micrófonos en la misma casa emisora—  que han prestado y prestan servicios profesionales al Estado Peruano sin mella de su honor, reputación e independencia, ha decidido no compartirla con sus oyentes y obsesionarse conmigo.  Peor aún, cuando ya existe jurisprudencia sobre este tema específico y, en particular, sobre mi caso.


10. Ya existe un precedente emitido por la Comisión de Ética de la SNRTV, en el que no solo se acogió mi queja vinculada a la afectación de los derechos al honor y la buena reputación, involucrando el mismo adjetivo – “mermelero” – o las mismas insinuaciones, en referencia a mi persona y al mismo comunicador que incurrió en una falta similar, sancionada por esta instancia, en resolución que ya ha sido consentida y cumplida por el Grupo RPP S.A.C.

Según indica la resolución N° 001-2016 de esta instancia en su numeral 3.2.:

En efecto, la COMISIÓN considera que los comentarios expresados de manera reiterada y sistemática por el conductor del programa quejado afectan el honor y reputación del accionante, toda vez que se refieren a él como un “mermelero”.

El término “mermelero” en el argot periodístico, aduce a la persona que a cambio de un pago o de un favor, supedita su opinión a determinados intereses, que pueden ser públicos o privados. Entonces, el término “mermelero” tiene una definición por todos conocida, con una connotación negativa en todo sentido, máxime si es que es atribuida a un periodista o a un comunicador, ya que se entiende como una falta de los principios rectores, pues su opinión estará distorsionada por el interés que persigue, perdiendo toda credibilidad. En concreto, llamar “mermelero” a un comunicador o periodista es atribuirle criterios negativos que atentan directamente contra su ejercicio profesional.

Que el medio de comunicación quejado señale como argumento de defensa que estas son opiniones personales del periodista, no es justificación, pues en este caso particular se trata de comentarios que se realizan, de manera reiterativa, por medio de la emisora cuya titularidad corresponde al medio quejado”.

Este es un precedente que no solo justifica la interposición de la queja sino que, además, demuestra la recurrente obsesión del señor Butters por referirse en términos descalificatorios hacia mi persona y por desacreditar mi trabajo como periodista con términos abiertamente difamatorios y que ya han sido sancionados por el Tribunal de Ética de la SNRTV.


11. Quien suscribe es un abierto defensor de la autorregulación de los medios, como lo he expresado tanto ante esta instancia como en los diversos espacios en los que colaboro y me expreso. Siendo este un caso abierto de difamación agravada, he preferido llevarlo ante el Tribunal de Ética de la SNRTV – en vez de recurrir a los mecanismos legales regulares que me amparan– porque creo que puede ser un excelente ejemplo, ante la opinión pública, de que los medios están dispuestos a autorregularse.

De la misma forma, es mi esperanza que la ciudadanía, después de ver este caso resuelto con acuerdo a la justicia, prefiera también esta vía, no solo aliviando de carga a nuestro Poder Judicial, sino también recuperando confianza en la exigencia ética de los integrantes de los medios pertenecientes a la SNRTV y, como consecuencia, recelando todo intento político por imponer restricciones a la libertad de expresión bajo la excusa de la regulación estatal.

Más aún, dada la conducta reiterada del señor Butters, será una buena oportunidad para que la Comisión reitere ante la opinión pública los parámetros a los que deben ceñirse quienes utilizan de manera profesional la concesión del espectro radioeléctrico. No necesito recordar a la Comisión lo que malas prácticas como éstas han generado, por ejemplo, en las elecciones norteamericanas. Estoy seguro que los miembros de la SNRTV no quieren alentar conductas como la “post-verdad”, que pueden derivar en regímenes populistas.


12. Me permito insistir que éste se trata de un caso de múltiples reincidencias: hasta doce (12) casos documentados. El Pacto de Autorregulación de la SNRTV establece una multa de hasta 50 UIT en caso de una segunda reincidencia. Lamentablemente no se ha establecido una sanción para la duodécima.

Por estas razones, invocando el artículo 3° numerales b), j) y k); además de los principios a) y c) del artículo 5°; y el artículo 28° del Código de Ética de la SNRTV, solicito:

Se declare fundada mi QUEJA y el señor Butters rectifique las informaciones y atentados contra mi honor vertidos en el espacio radial que mantiene en Radio Capital, en los mismos horarios y veces en los que señaló tales afirmaciones. Asimismo, se impongan las sanciones correspondientes máximas posibles, dada la conducta reiterada a la que me he referido al fundamentar esta queja.

Dado que me encuentro fuera del país durante la resolución de la queja, delego poder en el señor RICARDO SIFUENTES QUINTANA, para que pueda encargarse de los trámites pertinentes de este procedimiento.


Sin otro particular, me despido de usted.

Lima, 15 de diciembre de 2016




Marco Sifuentes Quintana

DNI 40392419

Wednesday, October 07, 2015

Señores SNRTV

Señor
Jorge Baca Marroquín
Secretario Técnico del Comité de Solución de Quejas
Sociedad Nacional de Radio y Televisión
Presente


MARCO SIFUENTES QUINTANA, identificado con DNI N° 40392419, con domicilio real en Pasaje Sucre 164 dpto 5 Miraflores, interpongo una QUEJA contra el programa “Philip Butters en Capital”, emitido por Radio Capital en la frecuencia 96.7 en la ciudad de Lima, tomando en cuenta los siguientes motivos:

1.  Radio Capital es una emisora que pertenece al Grupo RPP S.A.C., empresa que es asociada de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión y, por tanto, sujeta a los alcances del Código de Ética de dicha institución.

2.  El martes 15 de septiembre de 2015, en el programa arriba mencionado, el señor Philip Butters expresó, durante la entrevista que realizaba al periodista Pedro Tenorio, las siguientes frases:
·    “Este chico Marco Sifuentes ha hecho mermeleo con factura con el gobierno”.
·    “Tu no le puedes cobrar 25,000 soles mensuales a la PCM en este gobierno y ser opositor a los enemigos del gobierno. Eso no es serio. Eso es mermelo con factura. Eso no se hace”.
·    “La diferencia entre Montesinos y los demás es que los de ahora dan factura”.
·    “Ni sus órganos, ni sus pupilas, ni su páncreas, ni muerto vale 25,000 dólares. Así es la vida del mermeleo”.
·    “Yo le digo de frente que es mermeleo, eso no es maleteo. Eso es de frente y sin anestesia.”

Esas son solo algunas frases emitidas durante la emisión del programa.

El periodista Pedro Tenorio, quien se encontraba presente, retrucó “Yo creo que es un periodista que hace un trabajo valioso, desde su página web (...) él publica informaciones contra el gobierno”, el señor Butters indicó que era porque “ya no le pagan, pues, ya no le pagan”. Todo lo expuesto en este punto se puede corroborar en el siguiente enlace:

3.  Con anterioridad, el señor Butters ya venía expresándose de manera similar. En el programa del jueves 10 de setiembre, durante una entrevista con el periodista Mario Saldaña, el señor Butters tuvo expresiones igualmente difamantes, diciendo que el gobierno le había pagado 25 mil soles al suscrito mientras yo había sido director de La Mula.

En la medida que esta queja se presenta antes de que hayan transcurrido 30 días de esta situación (y la del 15 de setiembre), invoco el punto 2.2 del Pacto de Autorregulación que, a la letra, dice:

“No será necesaria la presentación del video o grabación del espacio para el caso de los programas producidos por la misma estación de radiodifusión que los difunde, si es que la denuncia se presenta dentro del plazo establecido en el artículo 104 del Reglamento de la Ley de Radio y Televisión, por el que se obliga a las estaciones de radiodifusión a conservar las grabaciones de su programación nacional por un plazo de treinta (30 días) calendario contados a partir de la fecha de su emisión.”

4. Dadas las afirmaciones vertidas en el mencionado espacio radial tanto el 10 como ese mismo día, el 15 de setiembre, de inmediato realicé una llamada telefónica a la radio para ejercer, como cualquier ciudadano, mi derecho a réplica y rectificación a afirmaciones que, a todas luces, son difamatorias y vulneran, de manera flagrante y agravada, mis derechos constitucionales al honor y a la buena reputación. Sin embargo, en lugar de que permitiera dar mi explicación clara respecto de las afirmaciones vertidas durante el citado programa, el señor Butters interrumpió constantemente mi alocución y continuó reiterando las afirmaciones difamatorias que había mencionado, que constan en el punto 2 del presente recurso de queja y en el enlace de la misma web de Capital citado en ese mismo punto.

5. El señor Butters no se limitó a dar una opinión sobre una supuesta —e infundada— parcialidad mía a favor del actual gobierno. Como pasaré a demostrar, brindó a su público información cortada, tergiversada y sin contraste alguno para dar a entender que el suscrito tiene algún interés subalterno en las publicaciones que realizo como periodista independiente.

Desde el año 2008, no he tenido ningún vínculo laboral a tiempo completo con ningún medio de comunicación, salvo el portal Utero.pe, que era de mi propiedad hasta este mes, y el desarrollo de La Mula durante 6 meses en el 2009. He realizado labores periodísticas para varios otros medios pero siempre como colaborador externo.

Al ser un periodista independiente, he tenido que trabajar, en ocasiones, como freelance tanto para el sector privado como para el público. Realicé servicios para algunas entidades del Estado entre los años 2008 y 2013. La suma total de dichos servicios, en 5 años, es de aproximadamente 25,000 soles. No se trató de 25 mil soles mensuales, como ha afirmado el señor Butters –mucho menos en planilla–, sino trabajos eventuales. Todos estos montos son corroborables en las webs de transparencia del Estado, accesibles para cualquier ciudadano. En casi todos los casos –salvo la elaboración de un informe sobre comunicaciones para el Ministerio de Educación– se trató de talleres de capacitación relacionados a las comunicaciones en Internet, rubro en el que, como es público y notorio, tengo experiencia. En ningún caso se trató de un pago por asesoría periodística o, menos aún,  “por  ser opositor a los enemigos del gobierno” como afirmó el señor Butters.

Aunque se trate de una información que debería ser irrelevante para este caso, me permito aclarar que he sido, como se puede corroborar con mis publicaciones periodísticas, bastante crítico de las dos administraciones gubernamentales durante las cuales presté servicios puntuales y esporádicos a organismos públicos.

Las afirmaciones vertidas por el señor Butters fueron oportunamente aclaradas cuando dos periodistas y la exeditora de uno de los diarios más importantes del país hicieron afirmaciones e insinuaciones parecidas a las vertidas por el mencionado comunicador, a inicios del presente año, a través de diversas publicaciones en Internet. Dicha aclaración fue publicada en esta dirección web, en febrero de este año:

También en febrero de este año, el blog Spacio Libre, acerca de ese mismo tema, presentó el caso de varios periodistas que, en periodos similares al mío, también habían prestado servicios profesionales al Estado Peruano. Entre ellos, se encontraban nueve (09) que laboran en medios afiliados a la Sociedad Nacional de Radio y Televisión. Eso puede consultarse aquí

Esta información está a disposición de cualquier persona que quiera acceder a ella, comenzando por el señor Butters. Y, de hecho, ambos posts fueron difundidos profusamente en redes sociales a propósito de las afirmaciones a las que aludí líneas arriba.

El señor Butters tiene todo el derecho, por supuesto, de cuestionar la idoneidad de mi trabajo, e incluso mi independencia. No puedo pretender cambiar su opinión. Pero a lo que no tiene derecho es a usar el espectro radioeléctrico concesionado por el Estado peruano para brindar información que no solo es falsa, sino intencionalmente sesgada. Él, teniendo a la mano la información de que existen muchos periodistas —incluidos varios con los que comparte micrófonos en la misma casa emisora—  que han prestado y prestan servicios profesionales al Estado Peruano sin mella de su honor, reputación e independencia, decidió no compartirla con sus oyentes.  

Esto perjudica mi honor y mi buena reputación, ya que la conclusión que se deriva del contenido global de su intervención en su programa del 15 de septiembre de 2015 es que recibí dinero para vender mi línea editorial al actual gobierno. Esta afirmación es abiertamente difamatoria.

Peor aún, como se puede escuchar en la grabación del dicho espacio, el conductor de “Philip Butters en Capital” insinúa que realizo cobros regulares al Estado por atacar a opositores al actual régimen y, aún peor, que, cuando he ejercido mi derecho de crítica y mi profesión como periodista, ha sido porque los pagos se detuvieron. Esta opinión también afecta mi honor y mi derecho a la buena reputación.

6. Para agravar más la situación, en diversas emisiones de “Philip Butters en Capital”, el conductor del mencionado espacio radial ha vuelto a afirmar que el suscrito es un “mermelero”. Este adjetivo calificativo alude al periodista que cobra por emitir opiniones digitadas por quien lo corrompe y no basadas en su criterio profesional. La repetición reiterada de esta afirmación por parte del señor Butters hace aún más grave la conducta. Esto puede ser corroborado accediendo, tal como indica el punto 2.2 del Pacto de Autorregulación a la emisión de los programas del 16, 17, 18, 21, 22, 23, 24 y 25 de setiembre del presente año, solo por citar los que el suscrito ha podido corroborar.

Por si no fueran suficientes las grabaciones de esos programas, sugiero la revisión de este enlace del buscador Twitter


Aquí se puede corroborar claramente cómo el señor Butters persistió en sus afirmaciones difamatorias, en las fechas citadas (e incluso después). Se pueden leer las reacciones de sus oyentes, a quienes, desde su programa radial, incitaba a participar en redes sociales sobre la base de la información sesgada que se ha negado a rectificar. Las reacciones de sus oyentes son la mejor prueba de la grave tergiversación que ha instalado el señor Butters en el segmento de la opinión pública que confía en él.

6. Aunque el Código de Ética de la SNRTV no cubre –como lo hacen otros cuerpos similares– el espacio de las redes sociales de los periodistas y comunicadores que pertenecen a los medios que pertenecen a esta institución, cabe mencionar que, para agravar más la situación, el señor Butters ha continuado con sus acusaciones a través de su cuenta en Twitter (https://twitter.com/Phill_Butters). Dicha cuenta es seguida por cerca de 30,000 personas, donde replica las mismas afirmaciones tendenciosas que vierte en su programa radial.

7. Durante mi llamada a Capital el señor Butters prosiguió con los insultos y demostró que no le interesaba obtener una información veraz, tal como lo establece el Código de Ética de la SNRTV. Aún así, procuré enviarle mi respuesta a través de las redes sociales. Esto se puede ver aquí:

  El señor Butters acusó recibo de la respuesta en Twitter pero insistió con frases como “no seas COBARDE!!! (sic) da tu lista de MERMELADAS”

 Es decir, el señor Butters accedió a mi respuesta y vio la imagen –que resume información aireada hace meses– en la que aparecen por lo menos cuatro  intachables compañeros suyos del mismo grupo mediático. Sin embargo, ni ellos ni nadie más ha sido objeto de una campaña como la que ha emprendido Butters. Esto descarta la posibilidad de que todo sea una confusión de suya, que su celo ético lo haya enceguecido o que el señor Butters no sepa distinguir entre gobierno y Estado. La única explicación posible, entonces, para esta distorsión de la información, es que su objetivo sea difamarme. De paso, esta expresión induce a error a la opinión pública, que es llevada a creer que todo pago recibido por un periodista por haber prestado servicios profesionales a una entidad que no sea un medio de comunicación es, por sí misma, una actividad contraria a criterios éticos. Como ya se señaló, muchos trabajadores de medios de la SNRTV se encuentran en esta situación y, de esta forma, instalar esa idea en la opinión pública resulta perjudicial para la credibilidad de todos los medios integrantes de la SNRTV.

8. Ya en otras ocasiones, el Tribunal de Ética de la SNRTV ha acogido quejas donde se alude a la afectación de los derechos al honor y la buena reputación. En el caso Alexander Chiu Werner vs. Frecuencia Latina, no solo se rechazó la excepción preliminar del canal, sino que se llegó a amparar la afectación a dichos derechos.

9. Quien suscribe es un confeso defensor de la autorregulación de los medios. Siendo este un caso abierto de difamación agravada, he preferido llevarlo ante la Comisión de Ética de la SNRTV –en vez de recurrir a los mecanismos legales regulares que me amparan– porque creo que puede ser un excelente ejemplo, ante la opinión pública, de que los medios están dispuestos a autorregularse. De la misma forma, es mi esperanza que la ciudadanía, después de ver este caso resuelto con acuerdo a la justicia, prefiera también esta vía, no solo aliviando de carga a nuestro Poder Judicial, sino también recuperando confianza en la exigencia ética de los trabajadores de los medios pertenecientes a la SNRTV y, como consecuencia, recelando todo intento político por imponer restricciones a la libertad de expresión bajo la excusa de la regulación estatal.

Por estas razones, invocando el artículo 30° del nuevo Código de Ética, que estipula que “las resoluciones podrán contener exhortaciones y estipulaciones en las que expongan los alcances, conceptos y efectos del sentido de las resoluciones”, solicito –sin perjuicio del sentido final de su resolución– la absolución de estas dos consultas de carácter ético:

1.  Aunque el suscrito no pueda someterse a su jurisdicción porque no pertenezco a ningún medio miembro de la SNRTV, considero apropiado que, en la medida que el señor Butters insiste en que su obsesión conmigo responde a un celo ético, la Comisión se pronuncie respecto a casos sobre el mío. De esta forma, respetuosamente solicito a la Comisión de Ética que se manifieste respecto a si los periodistas que prestamos servicios eventuales, tanto al Estado como a privados, estamos cometiendo alguna falta ética a priori –como parece haber concluido el señor Butters en mi caso–, o genera algún conflicto de interés per sé, o si viola el Código de Ética de la SNRTV o algún equivalente. De esta manera, solicito dejar constancia de la opinión de la Comisión acerca de este tipo de situaciones, no solo por mi caso, sino también en aras del buen nombre de quienes prestan labores en los medios de la SNRTV y se encuentran en una situación a la mía, cuestionada en términos tan agraviantes por el señor Butters.
2.  Si bien no es posible ni deseable que la SNRTV norme las expresiones y opiniones personales y privadas de los trabajadores de sus medios afiliados, considero necesaria una postura de la Comisión de Ética respecto a la posibilidad –bastante probable en el caso del señor Butters– de que sus resoluciones y su espíritu sean contradichas con publicaciones en las cuentas personales en redes sociales de los sancionados.

Finalmente, al amparo del artículo 3° numerales a), d), e), i), j) y k); y de los principios a) y b) del artículo 5° del Código de Ética de la SNRTV, solicito:

1.  Se declare fundada mi QUEJA y que el señor Butters rectifique las informaciones vertidas en el espacio radial que mantiene en Radio Capital, en los mismos horarios y veces en los que señaló tales afirmaciones.

Dado que, por razones de estudio, me encontraré fuera del país durante parte de la resolución de la queja, delego poder en el señor JOSE ALEJANDRO GODOY MEJIA, para que pueda encargarse de los trámites pertinentes de este procedimiento.


OTROSÍ: Para mayor comodidad de los miembros de la Comisión —y con el ruego de examinar todos los enlaces de Internet aquí citados, que proveen información valiosa para mi caso—  existe una copia electrónica de este documento. Dicha copia electrónica no tiene las naturales limitaciones del papel y, en ella, la Comisión podrá pulsar y acceder, en línea, a los enlaces que se presentan aquí. La copia electrónica está disponible en:





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