Tuesday, March 13, 2018
Carlos Álvarez y el último psicosocial del SIN
18 de agosto del 2002
Carlos Álvarez y el último psicosocial del SIN
Mañana, Carlos Álvarez declarará ante la Tercera Fiscalía Anticorrupción que lo acusa de haber recibido tres mil dólares mensuales provenientes del SIN, para apoyar la re-reelección de Fujimori. Para quienes recuerdan al Álvarez opositor y desafiante, siempre resultó extraño que se convirtiera en un oficialista rabioso y alineado. Él asegura que siempre fue fujimorista, pero, por ejemplo, nunca dejó de hacer un humor opositor en el teatro. ¿El fujimorismo televisivo de Carlos Álvarez se debió realmente a su convicción ideológica? ¿Le pagaron? ¿O, peor aún, lo chantajearon?
Escribe Marco Sifuentes / agenciaperu.com
Carlos Álvarez fue, durante años, el cómico político más talentoso y respetado del país. Él era simplemente el más gracioso, perspicaz y agudo en una época en la que muchos no querían ver la corrupción evidente del gobierno de Fujimori.
Álvarez sabía quién era quién, y no le importaba burlarse del poder, ni desafiarlo invitando a personajes o tocando temas que eran vetados en otros espacios.
Pero el año 2000, el comediante fue contratado por el canal del Estado, y cambió radicalmente su línea editorial. Durante la campaña, se dedicó, con muy poca gracia, a repetir palabra por palabra el discurso de Fujimori.
Era como si Carlos Álvarez, en lugar de ser el imitador, se hubiera convertido en el doble del ahora prófugo ex presidente. Y mientras más crítico el momento político, sus imitaciones eran mas agresivas contra la oposición, personajes claves, y sucesos trascendentales, como la Marcha de los Cuatro Suyos.
EL FUJIMORISMO ESCONDIDO
Álvarez frente a Palacio de Gobierno, en plena etapa en Canal 7.
Ahora el cómico se justifica alegando que en aquella época era fujimorista. Si bien alguna vez declaró que su mayor error fue "manifestar mi opción política en aquel entonces", resulta difícil creer que el opositor incisivo de 1998 pudiera haberse convertido en el fujimorista furibundo del 2000. ¿Qué hubo detrás de la transformación?
Según la denuncia de la fiscal anticorrupción Juana Meza, los secretarios de Montesinos, Maruja Arce, Mario Ruiz Agüero, y Matilde Pinchi Pinchi han declarado que Elsa Casas Sotomayor, directora del noticiero Confirmado y gerente de Canal 7, le entregaba mensualmente tres mil dólares en nombre del SIN. Lo mismo han declarado respecto de Tulio Loza.
Elsa Casas ha admitido ante la Fiscalía que coordinaba las noticias de Confirmado con Montesinos en el SIN, pero niega haber entregado dinero a ninguno de los dos cómicos.
EL CHANTAJE
Sin embargo, la transformación de Álvarez fue mucho más radical que el silencio de Loza.
Una metamorfosis que fuentes consultadas por agenciaperu.com atribuyen a un chantaje.
En setiembre del 2000, días antes del video Kouri-Montesinos, el SIN ejecutó lo que terminaría siendo su última campaña psicosocial, su último chantaje: según los diarios chicha, Carlos Alvarez era gay.
El desencadenante del chantaje habría sido una entrevista publicada en el diario El Comercio, el 1 de setiembre de ese año. Allí, Carlos Álvarez aseguró: "La televisión se ha trastocado, ha adquirido un giro muy polémico, agresivo y chocante", y continuó más adelante, "Todo esto me ha decepcionado. Me siento desfasado, no a nivel artístico sino por principios".
En ese momento tenía un show teatral llamado, muy apropiadamente, "Sin Censura", donde olvidaba su supuesto fujimorismo televisivo y se despachaba contra 'El Chino' y el 'Tío Vladi'.
"Felizmente, hay gente que no claudica", aseguró en la entrevista con El Comercio, "y es la que me ve en escena, la que va a ver a Hugo Salazar, a Cattone. Los que encienden el televisor para sintonizar a Marco Aurelio Denegri o Tomás Unger".
En aquel entonces, Fujimori seguía en el poder, y el humorista ya estaba cansado, asqueado.
EL ÚLTIMO PSICOSOCIAL
Las acusaciones contra el cómico, por parte de los diarios chichas destrozaron a Carlos Álvarez.
El 12 de setiembre, a los pocos días de la entrevista de El Comercio, se ejecutó la última campaña de los diarios chicha digitada desde el SIN. Según la prensa basura, la actriz cómica Nancy Cavagnari había dicho que Álvarez era homosexual.
Pero ese mismo día Nancy Cavagnari, en el programa de Beto Ortiz, y delante del mismo Alvarez, negó haber declarado lo que decían los diarios comprados por el fujimorato.
A los dos días, el video Kouri-Montesinos puso fin a todos los chantajes y los psicosociales del SIN, pero no a sus secuelas.
Agenciaperu.com intentó obtener la versión de Álvarez, pero no accedió debido a su situación legal.
Y es que, según fuentes consultadas por agenciaperu.com, éste no habría sido el primer chantaje que sufrió Álvarez. En 1995, un video supuestamente comprometedor habría llegado a las oficinas de La Revista Dominical. Sin embargo, Álvarez se enteró, y el asunto no trascendió.
Sobre el asunto de 1995, Raúl Dávila, productor, manager y vocero de Alvarez, aseguró que "en ese momento, gente como Nicolás Lucar, Álamo Pérez Luna y Beto Ortiz nos ayudaron mucho".
Pero sobre lo que padecieron en el 2000, Dávila -gerente de producción del canal del Estado durante esa época- fue más revelador: "Si fuera cierto, es una cosa que tratamos de mantener callada por muchos años. Es una pesadilla que aún no termina. Ya Carlos dirá lo que tiene que decir en su momento".
Carlos Álvarez y el último psicosocial del SIN
Mañana, Carlos Álvarez declarará ante la Tercera Fiscalía Anticorrupción que lo acusa de haber recibido tres mil dólares mensuales provenientes del SIN, para apoyar la re-reelección de Fujimori. Para quienes recuerdan al Álvarez opositor y desafiante, siempre resultó extraño que se convirtiera en un oficialista rabioso y alineado. Él asegura que siempre fue fujimorista, pero, por ejemplo, nunca dejó de hacer un humor opositor en el teatro. ¿El fujimorismo televisivo de Carlos Álvarez se debió realmente a su convicción ideológica? ¿Le pagaron? ¿O, peor aún, lo chantajearon?
Escribe Marco Sifuentes / agenciaperu.com
Carlos Álvarez fue, durante años, el cómico político más talentoso y respetado del país. Él era simplemente el más gracioso, perspicaz y agudo en una época en la que muchos no querían ver la corrupción evidente del gobierno de Fujimori.
Álvarez sabía quién era quién, y no le importaba burlarse del poder, ni desafiarlo invitando a personajes o tocando temas que eran vetados en otros espacios.
Pero el año 2000, el comediante fue contratado por el canal del Estado, y cambió radicalmente su línea editorial. Durante la campaña, se dedicó, con muy poca gracia, a repetir palabra por palabra el discurso de Fujimori.
Era como si Carlos Álvarez, en lugar de ser el imitador, se hubiera convertido en el doble del ahora prófugo ex presidente. Y mientras más crítico el momento político, sus imitaciones eran mas agresivas contra la oposición, personajes claves, y sucesos trascendentales, como la Marcha de los Cuatro Suyos.
EL FUJIMORISMO ESCONDIDO
Álvarez frente a Palacio de Gobierno, en plena etapa en Canal 7.
Ahora el cómico se justifica alegando que en aquella época era fujimorista. Si bien alguna vez declaró que su mayor error fue "manifestar mi opción política en aquel entonces", resulta difícil creer que el opositor incisivo de 1998 pudiera haberse convertido en el fujimorista furibundo del 2000. ¿Qué hubo detrás de la transformación?
Según la denuncia de la fiscal anticorrupción Juana Meza, los secretarios de Montesinos, Maruja Arce, Mario Ruiz Agüero, y Matilde Pinchi Pinchi han declarado que Elsa Casas Sotomayor, directora del noticiero Confirmado y gerente de Canal 7, le entregaba mensualmente tres mil dólares en nombre del SIN. Lo mismo han declarado respecto de Tulio Loza.
Elsa Casas ha admitido ante la Fiscalía que coordinaba las noticias de Confirmado con Montesinos en el SIN, pero niega haber entregado dinero a ninguno de los dos cómicos.
EL CHANTAJE
Sin embargo, la transformación de Álvarez fue mucho más radical que el silencio de Loza.
Una metamorfosis que fuentes consultadas por agenciaperu.com atribuyen a un chantaje.
En setiembre del 2000, días antes del video Kouri-Montesinos, el SIN ejecutó lo que terminaría siendo su última campaña psicosocial, su último chantaje: según los diarios chicha, Carlos Alvarez era gay.
El desencadenante del chantaje habría sido una entrevista publicada en el diario El Comercio, el 1 de setiembre de ese año. Allí, Carlos Álvarez aseguró: "La televisión se ha trastocado, ha adquirido un giro muy polémico, agresivo y chocante", y continuó más adelante, "Todo esto me ha decepcionado. Me siento desfasado, no a nivel artístico sino por principios".
En ese momento tenía un show teatral llamado, muy apropiadamente, "Sin Censura", donde olvidaba su supuesto fujimorismo televisivo y se despachaba contra 'El Chino' y el 'Tío Vladi'.
"Felizmente, hay gente que no claudica", aseguró en la entrevista con El Comercio, "y es la que me ve en escena, la que va a ver a Hugo Salazar, a Cattone. Los que encienden el televisor para sintonizar a Marco Aurelio Denegri o Tomás Unger".
En aquel entonces, Fujimori seguía en el poder, y el humorista ya estaba cansado, asqueado.
EL ÚLTIMO PSICOSOCIAL
Las acusaciones contra el cómico, por parte de los diarios chichas destrozaron a Carlos Álvarez.
El 12 de setiembre, a los pocos días de la entrevista de El Comercio, se ejecutó la última campaña de los diarios chicha digitada desde el SIN. Según la prensa basura, la actriz cómica Nancy Cavagnari había dicho que Álvarez era homosexual.
Pero ese mismo día Nancy Cavagnari, en el programa de Beto Ortiz, y delante del mismo Alvarez, negó haber declarado lo que decían los diarios comprados por el fujimorato.
A los dos días, el video Kouri-Montesinos puso fin a todos los chantajes y los psicosociales del SIN, pero no a sus secuelas.
Agenciaperu.com intentó obtener la versión de Álvarez, pero no accedió debido a su situación legal.
Y es que, según fuentes consultadas por agenciaperu.com, éste no habría sido el primer chantaje que sufrió Álvarez. En 1995, un video supuestamente comprometedor habría llegado a las oficinas de La Revista Dominical. Sin embargo, Álvarez se enteró, y el asunto no trascendió.
Sobre el asunto de 1995, Raúl Dávila, productor, manager y vocero de Alvarez, aseguró que "en ese momento, gente como Nicolás Lucar, Álamo Pérez Luna y Beto Ortiz nos ayudaron mucho".
Pero sobre lo que padecieron en el 2000, Dávila -gerente de producción del canal del Estado durante esa época- fue más revelador: "Si fuera cierto, es una cosa que tratamos de mantener callada por muchos años. Es una pesadilla que aún no termina. Ya Carlos dirá lo que tiene que decir en su momento".
Thursday, December 15, 2016
Segunda queja contra Phillip Butters
Señor
Jorge Baca Marroquín
Secretario Técnico del Comité de Solución de Quejas
Sociedad Nacional de Radio y Televisión
Presente
MARCO SIFUENTES QUINTANA, ciudadano peruano identificado con DNI N° 40392419, con domicilio, interpongo una QUEJA contra el programa “Philip Butters en Capital”, emitido por Radio Capital en la frecuencia 96.7 en la ciudad de Lima, tomando en cuenta los siguientes motivos:
1. Radio Capital es una emisora que pertenece al Grupo RPP S.A.C., empresa que es asociada de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión y, por tanto, sujeta a los alcances del Código de Ética de dicha institución.
2. El lunes 5 de septiembre de 2016, en el programa arriba mencionado, el señor Phillip Butters expresó, a las 7:22 a.m., en un comentario a una llamada sobre las investigaciones seguidas contra la señora Nadine Heredia, las siguientes frases:
“Lo ha dicho JJ Garrido Koecklin, ella tenía un staff de periodistas a su servicio, muchos opinólogos han facturado a la Presidencia del Consejo de Ministros. ¿Marquito Sifuentes no le ha facturado a la Presidencia del Consejo de Ministros? A la PCM, al máximo órgano de gobierno (…) Siempre es bueno saber, porque hay gente que a Nadine la consideraba una mezcla de la Madre Teresa, la Thatcher, Indira Gandhi, Golda Meier, porque ella iba a ser la Presidenta, la jefa”. [anexo: AUDIO 1]
3. Asimismo, en la emisión del 12 de septiembre del mencionado espacio radial, a las 9:31 a.m., el señor Butters, en el contexto de una entrevista sobre la posibilidad de un referéndum sobre la Unión Civil entre parejas del mismo sexo y la entrega gratuita del anticonceptivo oral de emergencia, señaló lo siguiente:
“El señor Sifuentes dijo –Marco Sifuentes el mermelerito– que es culpa de RPP por darle micro a Cipriani y de sus auspiciadores”. [anexo: AUDIO 2]
4. El miércoles 23 de noviembre, a las 8:52 am, hablando de exportaciones chinas, dijo:
“En Urubamba está el aguaymanto que es una mermelada fabulosa, a Marquitos Sifuentes le vuelve loco la mermelada”. [anexo: AUDIO 3]
5. El miércoles 14 de diciembre, durante una entrevista con el periodista Alfonso Baella, a las 8:59 am, discutiendo la censura a Saavedra, durante un monólogo, expresó:
“Marco Sifuentes, que ahora escribe en El Comercio, giraba recibos por honorarios personales a la Presidencia del Consejo de Ministros. A la Presidencia del… al máximo órgano del gobierno del Perú. Eso se llama mermelada aquí o en la China” [anexo: AUDIO 4]
6. Finalmente, el jueves 15 de diciembre a las 6:59 a.m., luego de leer un titular sobre los “fujitrolls”, se pregunta:
“¿Nunca hicieron nada con los “nadinetrolls”, no? ¿Para que le habrá pagado la Presidencia del Consejo de Ministros al mermelero de Sifuentes esa plata? ¿Para qué habrá sido? Siempre es bueno saber”. [anexo: AUDIO 5]
7. Asimismo, a lo largo de este año y desde que, en enero de este año, se emitiera la Resolución 001-2016/ST-SNRTV, el señor Butters se ha referido a mi persona, en incontables ocasiones, de forma denigrante, llamándome “la loquita” y asociando mi nombre con “mermelada” [anexos: AUDIOS 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12].
Todas las afirmaciones vertidas en este y los puntos anteriores están sustentados en archivos adjuntos a esta queja, con el material probatorio correspondiente, numerado y fechado.
8. Este espacio, cabe señalar, es también transmitido por Radio Capital a través de su señal de televisión por cable y a través de su página web.
Dado que vivo fuera del país y, en los momentos en los que el programa se emite me encuentro dedicado a mis ocupaciones profesionales y personales, no he tenido la posibilidad de hacer las rectificaciones pertinentes sobre estas múltiples afirmaciones y denigraciones gratuitas. Rectificaciones que, por lo demás, el señor Butters conoce, puesto que fueron materia de la Resolución de la SNRTV ya mencionada.
9. La conducta del señor Butters es reiterada. En menos de un año, se ha referido en repetidas oportunidades a mi persona en términos injuriantes, calificándome como “mermelero”. En las menciones detalladas en los puntos 2, 5 y 6 de esta queja, nuevamente, se refiere en esos términos a mi persona y directamente insinúa que mi opinión como periodista se encuentra mediada por cualquier pago por servicios para el Estado.
Como ya lo he mencionado para esta instancia, al ser un periodista independiente, he tenido que trabajar, en ocasiones, como freelance tanto para el sector privado como para el público. He realizado servicios para algunas entidades del Estado, siempre durante periodos de inactividad de la página web de Utero.Pe. Todos esto es corroborable en las webs de transparencia del Estado, accesibles para cualquier ciudadano. En todos los casos –salvo la elaboración de un informe sobre comunicaciones– se trató de talleres de capacitación relacionados a las comunicaciones en Internet. En ningún caso el trato se realizó directamente, como afirma el señor Butters, a la Presidencia del Consejo de Ministros. Menos aún se trató de un pago por asesoría periodística o para condicionar mi opinión sobre algún caso de relevancia periodística.
Aunque se trate de una información que debería ser irrelevante para este caso, me permito aclarar que he sido, como se puede corroborar con mi trabajo, bastante crítico de las dos administraciones gubernamentales durante las cuales presté servicios puntuales y esporádicos a organismos públicos. Y que, en el caso específico de la señora Heredia, he sido sumamente duro con su actuación política y, como periodista, por ejemplo, Utero.Pe, bajo mi dirección entonces, fue el único medio que publicó completas sus agendas personales.
El señor Butters tiene todo el derecho, por supuesto, de cuestionar la idoneidad de mi trabajo, e incluso mi independencia. No puedo pretender cambiar su opinión. Pero a lo que no tiene derecho es a usar el espectro radioeléctrico concesionado por el Estado peruano para brindar información que no solo es falsa, sino intencionalmente sesgada. Él, teniendo a la mano la información de que existen muchos periodistas —incluidos varios con los que comparte micrófonos en la misma casa emisora— que han prestado y prestan servicios profesionales al Estado Peruano sin mella de su honor, reputación e independencia, ha decidido no compartirla con sus oyentes y obsesionarse conmigo. Peor aún, cuando ya existe jurisprudencia sobre este tema específico y, en particular, sobre mi caso.
10. Ya existe un precedente emitido por la Comisión de Ética de la SNRTV, en el que no solo se acogió mi queja vinculada a la afectación de los derechos al honor y la buena reputación, involucrando el mismo adjetivo – “mermelero” – o las mismas insinuaciones, en referencia a mi persona y al mismo comunicador que incurrió en una falta similar, sancionada por esta instancia, en resolución que ya ha sido consentida y cumplida por el Grupo RPP S.A.C.
Según indica la resolución N° 001-2016 de esta instancia en su numeral 3.2.:
“En efecto, la COMISIÓN considera que los comentarios expresados de manera reiterada y sistemática por el conductor del programa quejado afectan el honor y reputación del accionante, toda vez que se refieren a él como un “mermelero”.
El término “mermelero” en el argot periodístico, aduce a la persona que a cambio de un pago o de un favor, supedita su opinión a determinados intereses, que pueden ser públicos o privados. Entonces, el término “mermelero” tiene una definición por todos conocida, con una connotación negativa en todo sentido, máxime si es que es atribuida a un periodista o a un comunicador, ya que se entiende como una falta de los principios rectores, pues su opinión estará distorsionada por el interés que persigue, perdiendo toda credibilidad. En concreto, llamar “mermelero” a un comunicador o periodista es atribuirle criterios negativos que atentan directamente contra su ejercicio profesional.
Que el medio de comunicación quejado señale como argumento de defensa que estas son opiniones personales del periodista, no es justificación, pues en este caso particular se trata de comentarios que se realizan, de manera reiterativa, por medio de la emisora cuya titularidad corresponde al medio quejado”.
Este es un precedente que no solo justifica la interposición de la queja sino que, además, demuestra la recurrente obsesión del señor Butters por referirse en términos descalificatorios hacia mi persona y por desacreditar mi trabajo como periodista con términos abiertamente difamatorios y que ya han sido sancionados por el Tribunal de Ética de la SNRTV.
11. Quien suscribe es un abierto defensor de la autorregulación de los medios, como lo he expresado tanto ante esta instancia como en los diversos espacios en los que colaboro y me expreso. Siendo este un caso abierto de difamación agravada, he preferido llevarlo ante el Tribunal de Ética de la SNRTV – en vez de recurrir a los mecanismos legales regulares que me amparan– porque creo que puede ser un excelente ejemplo, ante la opinión pública, de que los medios están dispuestos a autorregularse.
De la misma forma, es mi esperanza que la ciudadanía, después de ver este caso resuelto con acuerdo a la justicia, prefiera también esta vía, no solo aliviando de carga a nuestro Poder Judicial, sino también recuperando confianza en la exigencia ética de los integrantes de los medios pertenecientes a la SNRTV y, como consecuencia, recelando todo intento político por imponer restricciones a la libertad de expresión bajo la excusa de la regulación estatal.
Más aún, dada la conducta reiterada del señor Butters, será una buena oportunidad para que la Comisión reitere ante la opinión pública los parámetros a los que deben ceñirse quienes utilizan de manera profesional la concesión del espectro radioeléctrico. No necesito recordar a la Comisión lo que malas prácticas como éstas han generado, por ejemplo, en las elecciones norteamericanas. Estoy seguro que los miembros de la SNRTV no quieren alentar conductas como la “post-verdad”, que pueden derivar en regímenes populistas.
12. Me permito insistir que éste se trata de un caso de múltiples reincidencias: hasta doce (12) casos documentados. El Pacto de Autorregulación de la SNRTV establece una multa de hasta 50 UIT en caso de una segunda reincidencia. Lamentablemente no se ha establecido una sanción para la duodécima.
Por estas razones, invocando el artículo 3° numerales b), j) y k); además de los principios a) y c) del artículo 5°; y el artículo 28° del Código de Ética de la SNRTV, solicito:
Se declare fundada mi QUEJA y el señor Butters rectifique las informaciones y atentados contra mi honor vertidos en el espacio radial que mantiene en Radio Capital, en los mismos horarios y veces en los que señaló tales afirmaciones. Asimismo, se impongan las sanciones correspondientes máximas posibles, dada la conducta reiterada a la que me he referido al fundamentar esta queja.
Dado que me encuentro fuera del país durante la resolución de la queja, delego poder en el señor RICARDO SIFUENTES QUINTANA, para que pueda encargarse de los trámites pertinentes de este procedimiento.
Sin otro particular, me despido de usted.
Lima, 15 de diciembre de 2016
Marco Sifuentes Quintana
DNI 40392419
Wednesday, October 07, 2015
Señores SNRTV
Señor
Jorge Baca Marroquín
Secretario Técnico del Comité de Solución de Quejas
Sociedad Nacional de Radio y Televisión
Presente
MARCO SIFUENTES QUINTANA, identificado con DNI N°
40392419, con domicilio real en Pasaje Sucre 164 dpto 5 Miraflores, interpongo
una QUEJA contra el programa “Philip Butters en Capital”, emitido por Radio
Capital en la frecuencia 96.7 en la ciudad de Lima, tomando en cuenta los
siguientes motivos:
1.
Radio Capital es una emisora que pertenece al Grupo RPP S.A.C.,
empresa que es asociada de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión y, por
tanto, sujeta a los alcances del Código de Ética de dicha institución.
2.
El martes 15 de septiembre de 2015, en el programa arriba
mencionado, el señor Philip Butters expresó, durante la entrevista que
realizaba al periodista Pedro Tenorio, las siguientes frases:
·
“Este chico Marco Sifuentes ha hecho mermeleo con factura con el
gobierno”.
·
“Tu no le puedes cobrar 25,000 soles mensuales a la PCM en este
gobierno y ser opositor a los enemigos del gobierno. Eso no es serio. Eso es
mermelo con factura. Eso no se hace”.
·
“La diferencia entre Montesinos y los demás es que los de ahora
dan factura”.
·
“Ni sus órganos, ni sus pupilas, ni su páncreas, ni muerto vale
25,000 dólares. Así es la vida del mermeleo”.
·
“Yo le digo de frente que es mermeleo, eso no es maleteo. Eso es
de frente y sin anestesia.”
Esas son solo algunas frases
emitidas durante la emisión del programa.
El periodista Pedro Tenorio,
quien se encontraba presente, retrucó “Yo creo que es un periodista que hace un
trabajo valioso, desde su página web (...) él publica informaciones contra el
gobierno”, el señor Butters indicó que era porque “ya no le pagan, pues, ya no
le pagan”. Todo lo expuesto en este punto se puede corroborar en el siguiente
enlace:
3.
Con anterioridad, el señor Butters ya venía expresándose de manera
similar. En el programa del jueves 10 de setiembre, durante una entrevista con
el periodista Mario Saldaña, el señor Butters tuvo expresiones igualmente
difamantes, diciendo que el gobierno le había pagado 25 mil soles al suscrito mientras
yo había sido director de La Mula.
En la medida que esta queja se
presenta antes de que hayan transcurrido 30 días de esta situación (y la del 15
de setiembre), invoco el punto 2.2 del Pacto de Autorregulación que, a la
letra, dice:
“No será necesaria la
presentación del video o grabación del espacio para el caso de los programas
producidos por la misma estación de radiodifusión que los difunde, si es que la
denuncia se presenta dentro del plazo establecido en el artículo 104 del
Reglamento de la Ley de Radio y Televisión, por el que se obliga a las
estaciones de radiodifusión a conservar las grabaciones de su programación
nacional por un plazo de treinta (30 días) calendario contados a partir de la
fecha de su emisión.”
4.
Dadas las afirmaciones vertidas en el mencionado espacio radial tanto el 10
como ese mismo día, el 15 de setiembre, de inmediato realicé una llamada
telefónica a la radio para ejercer, como cualquier ciudadano, mi derecho a
réplica y rectificación a afirmaciones que, a todas luces, son difamatorias y
vulneran, de manera flagrante y agravada, mis derechos constitucionales al
honor y a la buena reputación. Sin embargo, en lugar de que permitiera dar mi
explicación clara respecto de las afirmaciones vertidas durante el citado
programa, el señor Butters interrumpió constantemente mi alocución y continuó
reiterando las afirmaciones difamatorias que había mencionado, que constan en
el punto 2 del presente recurso de queja y en el enlace de la misma web de
Capital citado en ese mismo punto.
5. El
señor Butters no se limitó a dar una opinión sobre una supuesta —e infundada—
parcialidad mía a favor del actual gobierno. Como pasaré a demostrar, brindó a
su público información cortada, tergiversada y sin contraste alguno para dar a
entender que el suscrito tiene algún interés subalterno en las publicaciones
que realizo como periodista independiente.
Desde
el año 2008, no he tenido ningún vínculo laboral a tiempo completo con ningún
medio de comunicación, salvo el portal Utero.pe, que era de mi propiedad hasta
este mes, y el desarrollo de La Mula durante 6 meses en el 2009. He realizado
labores periodísticas para varios otros medios pero siempre como colaborador
externo.
Al ser
un periodista independiente, he tenido que trabajar, en ocasiones, como
freelance tanto para el sector privado como para el público. Realicé servicios
para algunas entidades del Estado entre los años 2008 y 2013. La suma total de
dichos servicios, en 5 años, es de aproximadamente 25,000 soles. No se trató de
25 mil soles mensuales, como ha afirmado el señor Butters –mucho menos en
planilla–, sino trabajos eventuales. Todos estos montos son corroborables en
las webs de transparencia del Estado, accesibles para cualquier ciudadano. En
casi todos los casos –salvo la elaboración de un informe sobre comunicaciones
para el Ministerio de Educación– se trató de talleres de capacitación relacionados
a las comunicaciones en Internet, rubro en el que, como es público y notorio,
tengo experiencia. En ningún caso se trató de un pago por asesoría periodística
o, menos aún, “por ser opositor a los enemigos del gobierno” como
afirmó el señor Butters.
Aunque se trate de una
información que debería ser irrelevante para este caso, me permito aclarar que
he sido, como se puede corroborar con mis publicaciones periodísticas, bastante
crítico de las dos administraciones gubernamentales durante las cuales presté
servicios puntuales y esporádicos a organismos públicos.
Las
afirmaciones vertidas por el señor Butters fueron oportunamente aclaradas
cuando dos periodistas y la exeditora de uno de los diarios más importantes del
país hicieron afirmaciones e insinuaciones parecidas a las vertidas por el
mencionado comunicador, a inicios del presente año, a través de diversas
publicaciones en Internet. Dicha aclaración fue publicada en esta dirección
web, en febrero de este año:
También en febrero de este
año, el blog Spacio Libre, acerca de ese mismo tema, presentó el caso de varios
periodistas que, en periodos similares al mío, también habían prestado
servicios profesionales al Estado Peruano. Entre ellos, se encontraban nueve (09)
que laboran en medios afiliados a la Sociedad Nacional de Radio y Televisión.
Eso puede consultarse aquí
Esta información está a
disposición de cualquier persona que quiera acceder a ella, comenzando por el
señor Butters. Y, de hecho, ambos posts fueron difundidos profusamente en redes
sociales a propósito de las afirmaciones a las que aludí líneas arriba.
El señor Butters tiene todo el
derecho, por supuesto, de cuestionar la idoneidad de mi trabajo, e incluso mi
independencia. No puedo pretender cambiar su opinión. Pero a lo que no tiene
derecho es a usar el espectro radioeléctrico concesionado por el Estado peruano
para brindar información que no solo es falsa, sino intencionalmente sesgada.
Él, teniendo a la mano la información de que existen muchos periodistas
—incluidos varios con los que comparte micrófonos en la misma casa emisora—
que han prestado y prestan servicios profesionales al Estado Peruano sin
mella de su honor, reputación e independencia, decidió no compartirla con sus oyentes.
Esto perjudica mi honor y mi
buena reputación, ya que la conclusión que se deriva del contenido global de su
intervención en su programa del 15 de septiembre de 2015 es que recibí dinero
para vender mi línea editorial al actual gobierno. Esta afirmación es
abiertamente difamatoria.
Peor aún, como se puede
escuchar en la grabación del dicho espacio, el conductor de “Philip Butters en
Capital” insinúa que realizo cobros regulares al Estado por atacar a opositores
al actual régimen y, aún peor, que, cuando he ejercido mi derecho de crítica y
mi profesión como periodista, ha sido porque los pagos se detuvieron. Esta
opinión también afecta mi honor y mi derecho a la buena reputación.
6.
Para agravar más la situación, en diversas emisiones de “Philip Butters en
Capital”, el conductor del mencionado espacio radial ha vuelto a afirmar que el
suscrito es un “mermelero”. Este adjetivo calificativo alude al periodista que
cobra por emitir opiniones digitadas por quien lo corrompe y no basadas en su
criterio profesional. La repetición reiterada de esta afirmación por parte del
señor Butters hace aún más grave la conducta. Esto puede ser corroborado
accediendo, tal como indica el punto 2.2 del Pacto de Autorregulación a la
emisión de los programas del 16, 17, 18, 21, 22, 23, 24 y 25 de setiembre del
presente año, solo por citar los que el suscrito ha podido corroborar.
Por si
no fueran suficientes las grabaciones de esos programas, sugiero la revisión de
este enlace del buscador Twitter
Aquí
se puede corroborar claramente cómo el señor Butters persistió en sus
afirmaciones difamatorias, en las fechas citadas (e incluso después). Se pueden
leer las reacciones de sus oyentes, a quienes, desde su programa radial,
incitaba a participar en redes sociales sobre la base de la información sesgada
que se ha negado a rectificar. Las reacciones de sus oyentes son la mejor
prueba de la grave tergiversación que ha instalado el señor Butters en el
segmento de la opinión pública que confía en él.
6.
Aunque el Código de Ética de la SNRTV no cubre –como lo hacen otros cuerpos
similares– el espacio de las redes sociales de los periodistas y comunicadores
que pertenecen a los medios que pertenecen a esta institución, cabe mencionar
que, para agravar más la situación, el señor Butters ha continuado con sus
acusaciones a través de su cuenta en Twitter (https://twitter.com/Phill_Butters). Dicha cuenta es seguida por cerca de 30,000 personas,
donde replica las mismas afirmaciones tendenciosas que vierte en su programa
radial.
7.
Durante mi llamada a Capital el señor Butters prosiguió con los insultos y
demostró que no le interesaba obtener una información veraz, tal como lo
establece el Código de Ética de la SNRTV. Aún así, procuré enviarle mi
respuesta a través de las redes sociales. Esto se puede ver aquí:
El
señor Butters acusó recibo de la respuesta en Twitter pero insistió con frases
como “no seas COBARDE!!! (sic) da tu lista de MERMELADAS”
Es
decir, el señor Butters accedió a mi respuesta y vio la imagen –que resume
información aireada hace meses– en la que aparecen por lo menos cuatro
intachables compañeros suyos del mismo grupo mediático. Sin embargo, ni
ellos ni nadie más ha sido objeto de una campaña como la que ha emprendido
Butters. Esto descarta la posibilidad de que todo sea una confusión de suya,
que su celo ético lo haya enceguecido o que el señor Butters no sepa distinguir
entre gobierno y Estado. La única explicación posible, entonces, para esta
distorsión de la información, es que su objetivo sea difamarme. De paso, esta
expresión induce a error a la opinión pública, que es llevada a creer que todo
pago recibido por un periodista por haber prestado servicios profesionales a
una entidad que no sea un medio de comunicación es, por sí misma, una actividad
contraria a criterios éticos. Como ya se señaló, muchos trabajadores de medios
de la SNRTV se encuentran en esta situación y, de esta forma, instalar esa idea
en la opinión pública resulta perjudicial para la credibilidad de todos los
medios integrantes de la SNRTV.
8. Ya
en otras ocasiones, el Tribunal de Ética de la SNRTV ha acogido quejas donde se
alude a la afectación de los derechos al honor y la buena reputación. En el
caso Alexander Chiu Werner vs. Frecuencia Latina, no solo se rechazó la
excepción preliminar del canal, sino que se llegó a amparar la afectación a
dichos derechos.
9.
Quien suscribe es un confeso defensor de la autorregulación de los medios.
Siendo este un caso abierto de difamación agravada, he preferido llevarlo ante la
Comisión de Ética de la SNRTV –en vez de recurrir a los mecanismos legales
regulares que me amparan– porque creo que puede ser un excelente ejemplo, ante
la opinión pública, de que los medios están dispuestos a autorregularse. De la
misma forma, es mi esperanza que la ciudadanía, después de ver este caso
resuelto con acuerdo a la justicia, prefiera también esta vía, no solo
aliviando de carga a nuestro Poder Judicial, sino también recuperando confianza
en la exigencia ética de los trabajadores de los medios pertenecientes a la
SNRTV y, como consecuencia, recelando todo intento político por imponer restricciones
a la libertad de expresión bajo la excusa de la regulación estatal.
Por
estas razones, invocando el artículo 30° del nuevo Código de Ética, que
estipula que “las resoluciones podrán contener exhortaciones y estipulaciones
en las que expongan los alcances, conceptos y efectos del sentido de las
resoluciones”, solicito –sin perjuicio del sentido final de su resolución– la
absolución de estas dos consultas de carácter ético:
1.
Aunque el suscrito no pueda someterse a su jurisdicción porque no
pertenezco a ningún medio miembro de la SNRTV, considero apropiado que, en la
medida que el señor Butters insiste en que su obsesión conmigo responde a un
celo ético, la Comisión se pronuncie respecto a casos sobre el mío. De esta
forma, respetuosamente solicito a la Comisión de Ética que se manifieste
respecto a si los periodistas que prestamos servicios eventuales, tanto al
Estado como a privados, estamos cometiendo alguna falta ética a priori –como
parece haber concluido el señor Butters en mi caso–, o genera algún conflicto
de interés per sé, o si viola el Código de Ética de la SNRTV o algún
equivalente. De esta manera, solicito dejar constancia de la opinión de la
Comisión acerca de este tipo de situaciones, no solo por mi caso, sino también en
aras del buen nombre de quienes prestan labores en los medios de la SNRTV y se
encuentran en una situación a la mía, cuestionada en términos tan agraviantes
por el señor Butters.
2.
Si bien no es posible ni deseable que la SNRTV norme las
expresiones y opiniones personales y privadas de los trabajadores de sus medios
afiliados, considero necesaria una postura de la Comisión de Ética respecto a
la posibilidad –bastante probable en el caso del señor Butters– de que sus
resoluciones y su espíritu sean contradichas con publicaciones en las cuentas
personales en redes sociales de los sancionados.
Finalmente,
al amparo del artículo 3° numerales a), d), e), i), j) y k); y de los
principios a) y b) del artículo 5° del Código de Ética de la SNRTV, solicito:
1.
Se declare fundada mi QUEJA y que el señor Butters rectifique las
informaciones vertidas en el espacio radial que mantiene en Radio Capital, en
los mismos horarios y veces en los que señaló tales afirmaciones.
Dado
que, por razones de estudio, me encontraré fuera del país durante parte de la
resolución de la queja, delego poder en el señor JOSE ALEJANDRO GODOY MEJIA, para que pueda encargarse de los trámites
pertinentes de este procedimiento.
OTROSÍ:
Para mayor comodidad de los miembros de la Comisión —y con el ruego de examinar
todos los enlaces de Internet aquí citados, que proveen información valiosa
para mi caso— existe una copia electrónica de este documento. Dicha copia
electrónica no tiene las naturales limitaciones del papel y, en ella, la Comisión
podrá pulsar y acceder, en línea, a los enlaces que se presentan aquí. La copia
electrónica está disponible en: